¿De qué está hecha la manteca de karité?


Conociendo el árbol de karité

Cuando encuentre manteca de karité, un componente común en los productos para el cuidado de la piel, es posible que se pregunte: "¿De qué está hecha la manteca de karité?" La respuesta nos lleva al "Cinturón del Karité", una región que abarca 21 países de África occidental y oriental , la patria del extraordinario árbol del karité.

Entendiendo la manteca de karité: el tesoro de la naturaleza

La manteca de karité es un tipo único de grasa que se extrae minuciosamente de las nueces del árbol de karité. El proceso implica cosechar, hervir, partir, moler, tostar, amasar y enfriar para obtener el producto final. La manteca de karité se compone principalmente de ácidos grasos (ácidos oleico y esteárico) que le dan una consistencia sólida a temperatura cálida. Pero la manteca de karité ofrece aún más.

La manteca de karité también está repleta de vitaminas importantes como la vitamina A, esencial para la salud de la piel, y la vitamina E, un poderoso antioxidante que protege la piel del daño. También incluye compuestos llamados triterpenos, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para protegerse de sustancias nocivas. Con un perfil tan rico, no es de extrañar que la manteca de karité sea una de las favoritas en el cuidado de la piel.

Conozca el árbol de karité: el generoso proveedor de la naturaleza

El árbol de karité, conocido cariñosamente como el "Árbol de la vida", es una maravilla en sí mismo. Proporciona algo más que manteca de karité, ya que sirve como salvavidas en las zonas donde prospera.

El fruto del árbol de karité es comestible, su madera sirve como combustible y sus hojas se utilizan en medicinas tradicionales. Las nueces del árbol, sin embargo, guardan el tesoro más preciado: la manteca de karité.

En África, la manteca de karité es tan valorada que a menudo se la conoce como "oro de las mujeres". Se utiliza en la cocina, el cuidado de la piel y por sus propiedades terapéuticas. Además, el árbol de karité es un ícono de resiliencia, que florece en climas desafiantes y suelos pobres, y brinda su generosidad durante muchas generaciones.

Entonces, cuando usas manteca de karité, no solo estás tratando tu piel; también estás participando en un mundo más equitativo y sostenible: un frasco de manteca de karité a la vez. Entonces, la próxima vez que te preguntes: "¿De qué está hecha la manteca de karité?" recuerda, no es sólo un ingrediente de tu rutina de cuidado de la piel; es producto de la generosa oferta del resistente árbol de karité.


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